viernes, 7 de mayo de 2010

DIFAMA QUE ALGO QUEDA

Reunión 27 de Abril de 2010

Después de escuchar los últimos comentarios vomitados por los “compañeros” de CCOO por la empresa, con el único fin de desprestigiar a varios miembros del comité de Pamesa de UGT, vamos a exponer los hechos para que el que esté interesado sepa la verdad, o por lo menos, nuestro punto de vista de lo acontecido.

Una dura negociación del convenio hace casi tres años, dio paso a una encerrona de la empresa en la asamblea en la cafetería de Pamesa (recordamos que acudió mucha gente por primera vez en su vida como mandos intermedios, gente de oficinas, etc.). Se votó a favor de la firma del convenio, así que el Sr. Sarrión entregó una copia del nuevo convenio a cada una de las partes ( UGT, GTP y CCOO) un lunes. La copia para UGT se la dio a José Manuel Pitarch cuando éste iba en el turno de tarde, y la reunión con todo el comité para la firma del convenio era el día siguiente, martes a las 16:00 horas.

Es cierto que UGT no estaba a favor de la firma de este convenio, pero si se hubieran dado las circunstancias apropiadas hubiéramos firmado pese a nuestra disconformidad, pues la asamblea es soberana (aunque era la segunda vez que se votaba más o menos lo mismo).

Ese martes a las 16:00 el Sr. Sarrión dijo que se tenía que firmar el convenio en ese mismo instante (nuestra intención era entregárselo a los servicios jurídicos de UGT para prevenir y/o corregir los puntos que no estuvieran suficientemente claros con el fin de evitar futuros problemas de interpretación, así como que todos los artículos redactados estuvieran dentro de la ley). Como era posible que en unas pocas horas con el texto en nuestras manos se pretendiera nuestra firma. Después de meses negociando, no entendíamos esas prisas, pues las cosas hay que hacerlas bien, no deprisa…

Muchos de los que firmaron ese documento (el convenio), ni si quiera habían tenido la decencia de leer lo que iban a firmar, pues como ya hemos explicado, sólo se repartieron 3 copias del mismo y no había tiempo material para leerlo (este tipo de documentos se han de leer una y otra vez, fijándote bien en cada coma, pues una sola coma puede cambiar el significado de las frases.) Es más, alguno de los firmantes (y no damos nombres para no hacer más sangre), minutos antes de entrar en la sala de reuniones, afirmaba que no iba a firmar el documento sin leerlo (y finalmente si que lo firmo, pese a que no lo leyó).

Una vez dentro de la sala de reuniones, José Manuel Pitarch, el único miembro de UGT que había leído una y otra vez el documento (por la falta de tiempo a la que hemos hecho referencia antes) pese a que salió de trabajar a las 22:00 y volvía a entrar a las 14:00 del día siguiente, y, como es lógico, tenía que cenar, dormir, etc, expuso que había varios puntos en el texto del convenio que debían cambiarse, bien por haberse negociado y no aparecer en el texto del convenio, bien porque el texto no reflejaba lo que habíamos negociado. Los miembros de UGT no pensábamos que ese mismo día teníamos que firmar, pues lo lógico era dar más tiempo tanto para la lectura del mismo, como para entregarlo a los servicios jurídicos como ya hemos dicho antes.

Nadie en la sala rebatió los puntos que Pitarch veía mal redactados o ausentes, así que el Sr. Sarrión se fue para cambiar la redacción del convenio para que se ajustara a nuestras peticiones. Dicho y hecho, a los 5 minutos, volvió a entrar y cual fue nuestra sorpresa cuando vimos que de los diez o doce puntos, sólo se habían añadido o cambiado unos cuantos, pasando por alto algunos de vital importancia como la regulación del día de asuntos propios (en el convenio sigue apareciendo la puñetera frase de “…disfrutándose el mismo de acuerdo entre la empresa y el trabajador” que es lo mismo que decir “si a la empresa le da la gana” ) o las categorías profesionales, que se había negociado y no estaban en el texto del convenio ( muestras, detall, laboratorio, etc). Pese a todo lo expuesto y tras exigir una nueva revisión del convenio, el Sr. Sarrión se negó a cambiarlo y exigió que se firmara el convenio en ese mismo instante. UGT se negó y el resto (CCOO y GTP) firmaron el convenio (aunque nosotros no nos cansaremos de repetir una y otra vez que el convenio lo negoció UGT y lo firmaron el resto, pues las medidas de presión, y el “trabajo sucio” fue nuestro y solo nuestro, y si no hubiéramos “estirado tanto la cuerda”, no hubiéramos conseguido ni la mitad de lo firmado).

Han pasado más de dos años desde que la empresa se comprometió a negociar las categorías profesionales, y pese a que hemos acudido a negociarlo (éramos Héctor y José Manuel Pitarch de UGT y Richard de CCOO) se nos dieron largas y no se cambió nada (este no es el momento, más adelante, esperemos un poco, esto no procede, etc. Excusas de “mal pagador”).

Si eran CCOO y GTP los que firmaron el convenio, es lógico que sean ellos los que se esfuercen en negociar las categorías profesionales (recordar que la sección de Clasificación habíamos quedado en cambiarla de oficial de segunda a oficial de primera por el tema del Qualitron). Como no se movía ficha, ni la empresa, ni CCOO, ni GTP (que raro que las financieras sepan quien es el GTP), y cansados de que nos tomaran el pelo, los tres miembros de UGT que están en muestras denunciaron a título particular sus categorías profesionales.

La reunión que se hizo con los miembros del comité de empresa el pasado martes 27 de Abril de 2010, nada tenía que ver con esa denuncia, bueno si, pero no. Nosotros necesitábamos un documento del comité de empresa, favorable o no, en el que se dijera que en muestras teníamos que ser, por el tipo de trabajo realizado, Oficiales de Primera, o Oficiales de Segunda, o de Tercera, o la categoría profesional que entre los trece decidiéramos, en ningún momento se hablaba de la denuncia a título personal, no se exigía que firmaran un documento diciendo que fuéramos oficiales de primera.

El secretario del comité, el “compañero” Pablo Magnieto, se negó a hacer su trabajo, levantar acta de la reunión tal y como se le pidió en la mesa (tened en cuenta que esa es su obligación como secretario) . Y tanto él como el resto de miembros de CCOO y GTP se negaron a firmar documento alguno. ¿Para que cojones quiere la secretaría?

Esa es la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad. El porqué no firmaron ningún documento, ni favorable ni desfavorable, se lo tendréis que preguntar a ellos. Nosotros creemos que no firmaron favorablemente para no perjudicar a la empresa, y no firmaron desfavorablemente para no perjudicar a la sección de muestras, siguiendo su “política” de ambigüedad, de “no mojarse” o de “no ir en contra de nada” y de esa forma no” me tiro a la gente encima”.

Estamos hartos de que no se mojen, y de que todo lo que hacen o dicen (o no hacen o no dicen) sea única y exclusivamente con fines electorales, y es que el varapalo que se llevaron en las últimas elecciones todavía les escuece…

Aquí las pruebas de quien se mojó, quien negoció el convenio y quien presionó para conseguir lo firmado en el convenio:






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