LA MALA EDUCACIÓN

El pasado viernes 23 de Octubre se vivió, en Pamesa, un episodio de lo más deplorable (aunque no el más deplorable), como antaño cuando el jefe entraba en el tajo y trataba a sus operarios como “borregos”. Pues sí compañeros, que bien entrado el siglo XXI aún nos toca vivir capítulos como este. Se ve que hay gente que no recuerda sus raíces ni de donde proviene. Se ve que hay alguien que no se acuerda de cuando se levantaba en invierno, cuando apretaba el frío, y se iba al bar a hacerse una (o varias) “barrexa” para “aluego” ir al “terme a vore si estava sec” y ponerse a pegar “alicatás” como un loco para ganar un sueldo digno y llegar al weekend para ponerse a servir cubatas en la disco hasta las tantas por si acaso lloviese la semana siguiente y no hubiese nada que “cullir”, que entró en la fábrica por ser familia de…o amigo de… y ahora que tiene galones, va sacando pecho.

Pasaremos a contar lo sucedido según informaciones que han llegado a esta redacción. Eran sobre las 14:00 horas cuando llegaba un cambio de modelo en la esmaltadora número 4 (a todo esto el encargado de esmaltadoras se había ido de “menjarot”), el mecánico de turno, cuando empezó su jornada, se dirigió a la esmaltadora 4 (E-4) para realizar el cambio de modelo cuando fue requerido por megafonía en el horno para hacer un cambio de formato (los hornos siempre tienen preferencia sobre lo demás), así que el mecánico dejó la E-4 para acudir al horno a cambiar de formato. Una vez finalizado el cambio de formato en el horno, volvió a reanudar el cambio en la E-4. A las 16:00 horas, cuando volvió el encargado de esmaltadoras y vio que no estaba el cambio finalizado, se le hizo de noche y con los ojos desorbitados y gritando como un niño cuando sale del colegio, echó al mecánico de la E-4 de forma despectiva.
Las malas lenguas dicen que habían venido “tocados de morro” o ligeramente embriagados (parte de la comitiva que había disfrutado de ese “menjarot” ya típico de todos los viernes).
Este comportamiento también llegó a prensas. Todos sabemos que los prensistas de las líneas 4, 5, 6 y 7 tienen orden de dejar los controles en la E-4 para que el controlador haga su trabajo. Casualmente, ese día el controlador estaba de día de cómputo. Entonces, ¿quién debe realizar el trabajo de este controlador ausente?¿no deberían los manos intermedios tener previstas estos imprevistos? Nosotros creemos, por sentido común, que son estos, los mandos intermedios, los encargados de distribuir el trabajo, y, por tanto, los que deberían de haber encomendado esta tarea a algún compañero, y no a toro pasado, entrando como un “elefante en una cacharrería” y una educación barriobajera, dirigiéndose a los prensistas, reprochándoles porqué no han tirado ellos los controles (¿acaso tienen los prensistas la obligación de saber si el controlador ha venido o no a trabajar?).

Desde esta sección sindical, agradeceríamos a los mandos intermedios que se dediquen a asumir su responsabilidad y que cuando puedan surgir este tipo de problemas, que apechuguen y que dejen bien atada la organización del trabajo, pues esta organización depende de la empresa y nunca de los trabajadores ( ¿o acaso en el famoso formulario que nos pidieron rellenar los prensistas pusieron en tareas que realizan hacer los controles?). También sería de agradecer que si hay prisa, ayuden a realizar las tareas, y más cuando hay menos operarios de lo habitual. Tampoco estaría de más, que guardasen la caja de “montecristos” para cuando realmente sea necesario, y no repartirlos a diestro y siniestro, sin motivo alguno, con el objetivo de declinar su responsabilidad y salvar el “culo” delante de sus superiores.