viernes, 4 de abril de 2008

¡BASTA YA! PAMESA . POR UN CONVENIO DIGNO


Basta ya de tanta hipocresía en la negociación del convenio de la empresa.

Basta ya de tantas vueltas de tuerca.

La plataforma de negociación que contiene las reivindicaciones de los trabajadores se puede considerar más que justa, sin embargo, el escaso margen de negociación y la intransigencia de los dirigentes empresariales, pone en peligro la paz social por la que se ha caracterizado la empresa. La palabra huelga, ya no es tabú en el vocabulario de muchos de nuestros compañeros.

En época de vacas gordas, los trabajadores jamás nos hemos subido a la parra pidiendo demandas salariales y sociales, que entonces eran mucho más factibles de conseguir, y creemos que eso no se está valorando. No es posible pedir contención salarial y flexibilidad laboral a los trabajadores, cuando estos ya han dado sobradas muestras de ello a lo largo de estos años.

La crisis económica en el sector cerámico ha sido coyuntural y pasajera, y empresas como la nuestra, han salido fortalecidas en cuanto ha escampado el temporal, facturando más si cabe.

Amparándose en un convenio fuera del sector cerámico, la empresa parece tener crédito para negociar a la baja las diversas demandas salariales y sociales de los trabajadores. Cuantificar en dinero el contenido social de la plataforma de negociación, no es de recibo. Intentar cambiar un sistema de vacaciones con el que la gran mayoría de trabajadores están de acuerdo, no es precisamente conciliar la vida familiar y laboral, es dar el banderazo de salida a futuros conflictos y protestas que no benefician a nadie.

La antigüedad, fruto de arduas negociaciones en tiempos pasados, ha sido siempre el concepto salarial que la empresa ha intentado negociar con más ahínco de múltiples maneras, bien estancándola, o bien cambiándola por alguna prima o plus de indefinible productividad. Nos dicen que su porcentaje mensual supone un volumen muy serio a tener en cuenta en todo el montante final de las nóminas de los trabajadores. Pero no nos dicen que las divergencias salariales entre los sueldos de los jefes, personal ejecutivo, mandos intermedios y el resto de los trabajadores, se ha acentuado todavía más. La cantidad de primas o pluses efectivamente cobrados pero no registrados en convenio, casi supera la remuneración de la antigüedad.

En cuanto a la jornada anual de trabajo mejor no hablar. Quizá tengamos el convenio donde se trabajan anualmente más horas de toda la provincia. Ningún sector, llámese cerámica, metal, madera… tiene registrado en convenio un cómputo anual de horas tan elevado como los trabajadores de Pamesa. Y respecto al salario, que nos expliquen cómo nos pueden estar regateando décimas de un aumento salarial mínimo, y en cambio se paguen cifras prohitivas por un jugador de futbol, se compren empresas y se invierta gradualmente más en otros campos energéticos (Renomar).

Éste convenio, que en su momento fue pionero en el sector cerámico, ha quedado estancado, y lo que es más peligroso, desvirtuado en su forma y contenido al no recoger en su letra pequeña ciertas primas y pluses que cobran numerosos trabajadores y que en la gran mayoría de los casos “obligan” más que dan, fomentando la división entre los trabajadores. La práctica

habitual de los pactos individuales con la finalidad de bombardear el convenio desde dentro: (“pase por mi despacho menganito, y veré que puedo hacer por usted”) hiere la sensibilidad de los trabajadores. Nos dicen que se llevan la producción de pasta roja a otras fábricas del grupo, simplemente por acrecentar los beneficios económicos de la empresa, sin pensar en la pérdida de empleos. A pesar del crecimiento de la empresa, su gran expansión, y los extraordinarios beneficios económicos, tan solo se podrían catalogar de inaceptables las indemnizaciones e inasumibles las condiciones de trabajo que la dirección de la empresa ha ofrecido a los trabajadores que se han querido ir “voluntariamente” a otras empresas del grupo.

Hace algunos años los trabajadores soportamos con docilidad un expediente de regulación de empleo, caracterizado por su poca transparencia, creyendo que en ese momento era lo más apropiado para la solvencia de la empresa. Sin embargo, que equivocados estábamos. No solo causaron baja en poco tiempo un número importante de operarios que a juicio de ciertos mandameses empresariales sobraban, sino que se intentó mantener el mismo ritmo de producción con la gente muy justa, hasta el extremo que cuando un operario caía de baja, a sus compañeros de sección les tocaba doblar turno para poder sustituirlo.

Por causas de una mala planificación empresarial, el volumen de horas extras, aumentó de forma espectacular, y se mantuvo en unas cifras desorbitantes. Para más INRI, en meses posteriores, tuvimos que ver estupefactos, como muchos puestos de trabajo, abandonados por nuestros compañeros en meses anteriores, eran ocupados por trabajadores nuevos o de ETT. ¿Quién nos asegura que no va a pasar lo mismo?. A pesar de haberse ido de la empresa gente voluntaria, se ha iniciado una “caza de brujas” para que ocupen puestos vacantes en otras secciones, trabajadores declarados “non gratos” por parte de la dirección de la empresa.

Con la cantidad de beneficios que obtienen con la facturación tan elevada que padecen, cómo es posible que estén pagando a plazos en plan usurero las indemnizaciones pertinentes por abandonar los puestos de trabajo.

Después del año movidito que hemos tenido, con noticias constantes y contradictorias sobre la venta de la empresa, la mayoría de trabajadores estamos pensando que están haciendo limpieza para intentar vender la empresa al mejor postor, sin excesivas cargas salariales. Los trabajadores hemos contribuido con nuestro esfuerzo a generar las riquezas de Pamesa, y estamos intentando hacer oídos sordos a las malas lenguas que afirman que se están potenciando económicamente otras empresas pertenecientes a Pamesa en detrimento de la matriz del grupo. Algún jefazo debería preguntarse si se está dilapidando el capital humano que tiene la empresa, pues el valor añadido que suponía trabajar en Pamesa ha desaparecido.

En breve el comité de empresa se reunirá con los trabajadores para sopesar la posibilidad de anunciar movilizaciones en defensa de un convenio digno y unos puestos de trabajo que últimamente van a la deriva.

Si cuando se ha ganado mucho dinero no se nos ha permitido “pillar cacho”, pues eso no era vinculante, ¿por qué ahora si que pretenden hacerlo?, es decir, ¿por qué tenemos que bajar nuestras pretensiones debido a un futuro que se presupone incierto?

4 comentarios:

Anónimo dijo...

me parece injusto que el presidente y mandamas de pamesa alardee de buenas gestiones economicas en todas las operaciones que realiza tanto como presidente del villarreal como en sus otras empresas y luego este rateando el jornal de sus trabajadores robandoles vacaciones, antiguedad y haciendoles la vida imposible en su puesto de trabajo, que se puede esperar de una persona que cuando todas las empresas evacuaron a sus trabajadores por riesgo de rotura de una presa el los mantuvo trabajando, para el no valemos nada, somos como su revaño de ovejas,. asi se producen accidentes mortales dentro de la empresa y la culpa es del muerto encima, ya veremos este convenio esta complicado quizas se firme mas adelante pero este tipo duro acabara con todos nosotros y solo mirara por su beneficio, se llenara todavia mas los bolsillos y luego lo malgastara a su antojo, asi se reira de sus trabajadores

Anónimo dijo...

PITI...Ganas mas pintado Que en directo...Ya quisieras tener ese rabo ya...jeje

Anónimo dijo...

¡VIVA EL PRESIDENTE!...(El del comite,por supuesto)

Anónimo dijo...

NOS HAN DADO POR CULO, COLEGAS.CON LO QUE NO LES HAN PAGADO A NUESTROS ANTERIORES COMPAÑEROS (SE HAN IDO VOLUNTARIAMENTE, JAJA), COMPRAREMOS NUEVOS CUALITRONES PARA DAR POR CULO A 20 O 30 MAS. Y MIENTRAS TANTO A PONER LA ESPALDA AL SOL PARA RECIBIR LOS LATIGAZOS DE LOS LACAYOS ANALFABETOS QUE TENEMOS POR ENCARGADOS. LO NUNCA VISTO. MALOS TIEMPOS PARA LA LIRICA...