miércoles, 10 de octubre de 2007

Un poco más de justicia (El caso Salva)

El régimen disciplinario de faltas y sanciones del laudo arbitral dice en su artículo 21, apartado e, que se considerará falta muy grave: “la embriaguez habitual y la toxicomanía si repercuten negativamente en el trabajo, cuando el trabajador se hubiese negado a un tratamiento de desintoxicación.”

Esto viene al caso en relación al despido (creemos que muy injustamente) de nuestro compañero de la sección de esmaltadoras Salvador Lázaro. En ningún caso justificamos la actitud del compañero (sorprendido por el encargado de turno mientras se suponía que estaba liándose un porro), pero consideramos el despido totalmente desproporcionado. Más aún, cuando el mismo laudo arbitral, en su régimen de sanciones, regula desde suspensión de empleo y sueldo, hasta despido este tipo de faltas.

Desde esta sección sindical, creemos que la empresa se han pasado tres pueblos, adoptando la sanción más dura. Consideramos que no se ha tenido en cuenta ni las circunstancias familiares de Salva, ni su trayectoria en la empresa, ni las circunstancias laborales del momento (último día de trabajo antes de vacaciones de verano con la euforia desatada).

Salva se merece la segunda oportunidad que han tenido otros. Estamos empezando a creer que hay varas de medir con distinto rasero las actuaciones de los trabajadores. Ha habido casos de trabajadores sorprendidos dormidos o con evidentes síntomas de embriaguez y ha bastado con unos días de suspensión de empleo y sueldo para que las aguas volvieran a su cauce. Y de esto no hace tantos meses.

Es evidente que quien tiene padrino se bautiza mejor. Confiemos en que Salva pelee su despido y que los tribunales decidan con más justicia que algunos de nuestros dirigentes empresariales.

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